Dueto Romántico
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
Tanta cerveza, que ni a saber mi nombre
y más la piedra dura, porque ésa ya no siente,
tanto Émile Durkheim, que ni a saber el tuyo
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
tanto reírse, que ni a tener orgullo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
tanto escribir, que hasta olvidar tu ser-hombre
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
tanto decir, que a taparte con palabras
y el temor de haber sido y un futuro terror…
tanto mentir, que hasta obviar lo que otros mienten
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
tanto ser pasado, que hasta devenir presente
y sufrir por la vida y por la sombra y por
tanto resignar, que hasta volverme macabra
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
tanto especular, que a querer romper espejos
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
tanto desear, que hasta secarse mi sangre
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
tanto guardar vino, que hasta volverse vinagre
¡y no saber adónde vamos,
tanto negarte
ni de dónde venimos!…
que me volví tu reflejo.
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4 comments:
Gracias, Jorge Bucay, por hacerme descubrir un recurso tan bueno.
Muy lindo.
Y eso es lo mejor de san Rubén...
yo soy una estufa,y él mi querosén.
estás escribiendo cantidadddddddddddddddddddddd
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