Trapitos

I

Los domingos
despertarte
a las cinco
de la tarde.
Yo sufría en tu casa:
allá afuera era de día
había sol
afuera estaba el parque
centenario
con los puestos:
nunca fuimos.

Vos
preferías
dormir.


II

Los domingos
despertarte
a las cinco
de la tarde.
Y de cinco a siete tratar
de definir qué querías

comer.

Siempre llegabas
a la misma conclusión:
paty.
¿pero paty con qué pan?
(de seguro no será

pan para hamburguesa)
¿con tomate y lechuga?
(o sólo lechuga,
o sólo tomate,
o
cebolla talvez)

Después la praxis
de tu paty mental:
comprar el pan
(no en esta panadería,
sino en esta).
comprar tomate
(¿uno o dos?
¿o tres?
¿redondo
o perita?)
comprar lechuga
(en otra verdulería,
no en esta
donde el tomate).

Proceso de preparación:
el paty, a la plancha.
La plancha, a la hornalla
A la plancha con el paty,
la tapa de una olla.
Al paty en la plancha a la hornalla con la tapa de la olla,
aceite de oliva.
Sobre el aceite de oliva del paty en la plancha a la hornalla con la tapa de la olla,
orégano.

Dar vuelta
dar vuelta
dar vuelta

(tres veces:
no menos
no más)

Para el momento del almorzar
ya oscurecía.

Yo te miraba
y decía:
y si comemos unas papitas
por ahí, no sé
empanadas
cualquier cosa.


y vos no, uno debe hacer
lo que realmente
QUIERE.

Vos querías paty,
(eso era más
o menos
claro).

Pero alguna vez,
¿te importó
te preguntaste

lo que quería

yo?