Monday, January 22, 2007

elecciones afectivas

ponéle que estudiás una carrera que te sirve para fundamentar, digamos, "científicamente", todos tus prejuicios. y ponéle que en plan de hacer carne con todo eso vacacionás, por decir algo azaroso, en el norte de un país que tiene todos los climas, todos los biomas, todas las expresiones políticas que puede dar el peronismo. ahora imagináte caminando ocho kilómetros siguiendo un río, ocho kilómetros cuesta arriba (y cómo cuesta cuando en capital fumás dos atados en un día normal) hasta un pueblo al que vos llegás pero no llega la luz, el gas, la internet, el diario, el teléfono, la señal del celular, los planes sociales, el progresismo. y junto con vos llega un chico y su amigo. y ahora imaginate que paran todos en la misma casa, vos, tu amiga entrañable, tu compañera de taller, su amiga entrañable, el chico (en adelante: Chico) y su amigo entrañable: comen juntos, juegan al tute juntos y esperan, juntos, que pare de llover para cruzar el río y conocer la banda, la otra parte del pueblo. y suponte que a la noche te ponés a hablar con Chico y te dice *me especializo en temas de género*; le preguntás si es feminista-te dice que sí- le preguntás si va para a humahuaca- te dice que sí- bajan a humahuaca- van a una bailanta-comparten cerveza- comparten el cuarto- comparten dudas sobre si el feminismo de la diferencia. le das tu teléfono y volvés al trabajo y a casa y al recorrido entre uno y la otra. a la semana te llaman y pensás que con un feminista no existe conflicto posible: dos jóvenes sensibles, defensores del Patrimonio Público. dos hijos de los noventa aprendieron que el Cambio arranca por casa. "no existe conflicto posible", decís. "no existe conflicto posible", confirmás. y en un post que no es este, en un post que de golpe, que depués de tanto tanto taaaaaaanto tiempo abarca mucho más que un cigarrillo o dos o tres, o medio kilo de helado, te das cuenta de que estás saludando con un beso a los tres de seguridad y a los 20 del piso de la subsec en donde no te llamás Sol, te llamás Chicadeprensa, pero justo hoy eso no te importa en lo más mínimo, porque lo único que te ocupa el cráneo analizado que te tocó en la repartija de cráneos, durante diez minutos enteros en los que fumás, te reís sola, fumás, te reís sola, es acordarte de la contraseña de tu computadora: hace tres meses que la escribís todos los días e iniciás sesión y nunca la cambiaste, pero hay otra clave que sí cambió. Key- words para el 2007: "Al horno y Sin Retorno": lo decís y nopo- dés- cre-er que algo así salga de tu boca. y sí, las cosas tienen movimiento.

1 comment:

Anonymous said...

Muy críptico: Igual sos hermosa. Y no soy un pariente,