sois la ocasión de lo mismo que culpáis

en un día de tanta tanta humedad como hoy me doy cuenta, pero de verdad siento, cómo el pelo se me va descontrolando. crece en direcciones que no tienen nombre: no es que solamente se infla. crece y yo pienso que cuando paso los hombres deben flashear que soy una medusa o una bruja y les da miedo y justo por eso les gusta y a mí más. sé fehacientemente que no es una cuestión de estética sino de significado, y lo sé justamente porque una amiga laboral cada vez que salimos juntas les dice "quieren ser esclavos" y ellos no contestan nada, como que lo saben con el cuerpo y cuando la desquiciada lo tira arriba de la mesa con tanta claridad, no saben qué hacer. y te juro que les ves la conmoción en el cuerpo, el chucho frío: "lo dijiste/lo tenías que decir". ahora que lo sé trato de mantenerlo escondido, ver cómo se va desplegando solo en la conversación: sonrío, hablo bajito y muevo un poco las manos. danza, lenguaje corporal. ante la idiotez, retruco con una pregunta y una sonrisa. beleza. porque el esfuerzo no tiene sentido, en la seducción la mujer está casi anulada: son ellos, solitos, quienes oscilan o bailan entre los polos de la dominación. disfrutan, sufren, disfrutan, se marean, agarran un hilo para seguirlo o tirar de él y después lo pierden, o lo dejan, o lo atan a algún poste que no existe: todo lo sólido se desvanece en el aire. por eso ahora me cuido las uñas y grito menos: no queda mucho más por hacer.