Mi vecina. Esa. La que dice que las ratas son mías. Nelly seguro que si salió de su casa durante la semana se hizo amiga de los del local. Les dijo que estamos locos “el puerta a puerta no lo hagan ahí, ellos ponen la música fuerte y son abortistas”. Ni siquiera está festejando, Nelly no festeja nada, obliga a la mucama a usar uniforme pero no sabe de política, eh, ella no piensa en política, su marido es juez y sus hijos, si pueden triunfar por sobre la lobotomía, también serán jueces, pero es muy importante tener en cuenta que NELLY NO ACTÚA EN FUNCIÓN DE NINGÚN TIPO DE IDEOLOGÍA. Sé que si un día me faltara azúcar no podría ir a pedirle, y también sé que tengo que refrenar mis intentos de convivir bien con Nelly, porque como si me hiciera falta más paranoia, hoy lo leí a él. The nazis no llegaron, the nazis siempre estuvieron entre nosotros: el violinista que toca mientras uno camina de la B a la D, hoy lloraba en Oifn pripechik (perdón, no sé si está bien escrito) y yo lo miré mal porque creo que esos gestos ya son innecesarios, en parte porque entre muchas otras cosas en la conferencia de prensa de esta mañana el sueño erótico de Nelly dijo “los argentinos se están poniendo de pie” y se afanó la última mueca histórica de los que queremos a los argentinos de pie pero nos da pudor decirlo así delante de nuestros amigos.
En cierta forma, cambió todo y no cambió nada: De Ípola dijo que el progresismo no fracasó porque el progresismo nunca existió (nunca en la historia), y que la centroizquierda es una mentira. La gente que queremos se vuelve t(r)oscamente estúpida. The nazis están por todos lados, ahí cuando tu mamá te dice
sentate derecha
o
esperá a estar enamorada
o
no se vive de las becas del conicet.
Ahí, ahí, ahí, cuando te olvidás el celular y te convertís en un idiota cultural y también cuando te miran mal en la facultad si vas a pedir recorrección. Cuando tu novix te dice que no lx llamás nunca, y cuando tu amiga no te deja fumar adentro de su casa.
Cambió todo y no cambió nada, a las crisis nunca las entiendo. Cuando parece que todo va a ser ruptura, resulta que Rojo no se va nada y sigue sobreviviendo en la cosa pública: “fue todo una operación de Feito”, el actual jefe de la Concordancia dixit, y la pelada le brilló un poco por enojo y un poco por vocación de poder, que no es lo mismo ni tampoco es igual.
Antes, cuando me existía un poco más el fuero privado, me recluía en él cuando todo se prendía fuego por afuera, "nos tenemos la una al otro y el otro a la una", y lo mismo valía la operación inversa que le quitaba gravedad a la basura que se acumulaba en el living. Ahora no existen los lugares seguros. Eso en el diagnóstico es una de dos: parresía o soberbia.
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1 comment:
este texto me parece
IN CRE I BLE
CONGRATS
manuco
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