Mi amiga más “militante” ya está dialogando con los de Diálogo –lo que sea que eso signifique. El sábado le presentaron a Juliana Marino, que la elogió a ella por economista y a mí por socióloga (“las mujeres que tenemos, eh”). Hoy a la tarde mudó su oficina al cuadrado de vidrio en donde fumaba Cortázar, en la London, justo abajo del Ministerio. Si a alguien se le ocurriera llevar ahí una escalerita de pintor, un serrucho, y se pusiera a darle uso a tales elementos, la metáfora sería prefecccccta. Pero el mundo no es bueno con los poetas ni los poetas son buenos con el mundo, lo cual siempre es mucho peor. Entonces, ni una escalera en la London pero sí mucha gente en el cubículo de fumadores, buscando un espacio aunque sea chiquitito en las filas Nacionales. Los mensajes de texto de esta semana van a arder con direcciones céntricas y horarios céntricos, pero también archinocturnos.
Mi amiga más militante, un futuro cuadrazo, una buena piba. Lo que más deseo es que sea feliz y hasta incluso que algún día sea mamá. Algunas personas (muy pocas) lo merecen. Y el resto bueh… van a saber acomodarse. La vida de lo Público llegó a una instancia en la que el acomodamiento es una virtud. El pragmatismo un día nos va o matar o nos va a hacer inmortales.
La saludé, nos pasamos los partes diarios. Salí y caminé media cuadra hasta la librería. De la mesa de saldos saqué “La invitada” para leerla en el subte. La primer definición ideológica de mi vida fue el feminismo. En la sala de tres dije que las Tinellis mostraban las tetas y no hablaban nunca (recuerdo toda la escena en la cocina, María de los Ángeles me miraba con los ojos grandes, con la taza de plástico roja de coca-cola en la mano) y de ahí en adelante se abrió la autopista, veinte carriles pero todos apuntando para el mismo lado. En esas cosas también ando pensando: soy como Aníbal, las crisis me hacen bien. Por afuera ando cansada, flacuchenta, pero por adentro… por adentro, loco, ¡un parque de diversiones!, puro amor para todos lados, y pidiendo en cada centímetro que transito que no decaiga, che, que no decaiga porque ahora pasa por nosotros, por los buenos, por los que fueron mejor compañero en la primaria o fueron re barderos en la primaria o fuimos re tragas en la primaria. Los sensibles que leían a Neruda y los que saben diseñar buenos programas con buenos objetivos, los que no dibujan las metas físicas y los amigos que le dicen a las amigas “nena, mirate, a vos no te falta nada”. Ellos, nosotros.
Mi amiga más militante, un futuro cuadrazo, una buena piba. Lo que más deseo es que sea feliz y hasta incluso que algún día sea mamá. Algunas personas (muy pocas) lo merecen. Y el resto bueh… van a saber acomodarse. La vida de lo Público llegó a una instancia en la que el acomodamiento es una virtud. El pragmatismo un día nos va o matar o nos va a hacer inmortales.
La saludé, nos pasamos los partes diarios. Salí y caminé media cuadra hasta la librería. De la mesa de saldos saqué “La invitada” para leerla en el subte. La primer definición ideológica de mi vida fue el feminismo. En la sala de tres dije que las Tinellis mostraban las tetas y no hablaban nunca (recuerdo toda la escena en la cocina, María de los Ángeles me miraba con los ojos grandes, con la taza de plástico roja de coca-cola en la mano) y de ahí en adelante se abrió la autopista, veinte carriles pero todos apuntando para el mismo lado. En esas cosas también ando pensando: soy como Aníbal, las crisis me hacen bien. Por afuera ando cansada, flacuchenta, pero por adentro… por adentro, loco, ¡un parque de diversiones!, puro amor para todos lados, y pidiendo en cada centímetro que transito que no decaiga, che, que no decaiga porque ahora pasa por nosotros, por los buenos, por los que fueron mejor compañero en la primaria o fueron re barderos en la primaria o fuimos re tragas en la primaria. Los sensibles que leían a Neruda y los que saben diseñar buenos programas con buenos objetivos, los que no dibujan las metas físicas y los amigos que le dicen a las amigas “nena, mirate, a vos no te falta nada”. Ellos, nosotros.
Tengo una amiga super amada del secundario que votó Macri- PTS. Le dije “es que vos no tenés moral”, y en seguida le pedí disculpas. Me dijo “no me pidas disculpas, yo te quiero POR eso”. Charlamos un rato: en la segunda, va a votar Filmus. Y no es que la ideología no importe, es que lo que la salva es la apuesta a los vínculos. No sé, chicxs, yo quiero a todo el mundo, es que acaso está mal?
3 comments:
Si
es sado
jajajajajajjjjjaa
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