tengo miedo de volverme oficialista

Al final, siempre es lo mismo con mamá Vanguardia y papá Inserción: las cosas ya venían tensas desde el día cero, es cierto, pero ahora empezaron la batalla legal. Todo culpa de Piquetero, su hijo adoptado y rebelde. Vanguardia siempre lo señala con el dedo y lo acusa de inconciente, pero papá Inserción es piola y como ve que es lo que hay, se hace el amigo y lo lleva a pasear por la plaza de mayo.
Mientras tanto, otros que sí tienen vocación de hegemonía construyen oposición: ok, que son malas, son malas, pero atenti porque en parte es como dice él: no se trata solamente de la vocación hegemónica. Eso es orden, estabilidad insitucional. Y yo entiendo que es algo es algo, pero “algo” no necesariamente implica democracia. Y menos que menos, progresismo.

A todo esto, desde Italia, el abuelo por parte de Inserción sigue mandando cartas desde la cárcel, y como nadie escucha nunca a los mayores, yo lo voy a dejar hablar:

"(…)una ley encuentra quienes la infringen: 1) entre los elementos sociales reaccionarios que la ley ha desposeído; 2) entre los elementos progresistas que la ley oprime; 3) entre los elementos que no alcanzaron el nivel de civilización que la ley puede representar. La función de policía de un partido puede ser, por consiguiente. progresista o regresiva; es progresista cuando tiende a mantener en la órbita de la legalidad a las fuerzas reaccionarias desposeídas y a elevar al nivel de la nueva legalidad a las masas atrasadas. Es regresiva cuando tiende a oprimir las fuerzas vivas de la historia y a mantener una legalidad superada, anti-histórica, transformada en extrínseca."

_____________________________________________________(de las Notas sobre Maquiavelo)

Para cumplir con la primera condición, López tiene que aparecer ya. Pero claro, lo está buscando la bonaerense y yo creo que en este caso la palabra “policía” debe tomarse en el sentido más literal posible (esto es, como cuerpo y no como función).

Para cumplir con la tercer condición, a veces pareciera que las cosas están encaminadas, pero muchos viejos vicios siguen en pie.

Para cumplir con la segunda condición, habría que poder identificar cuáles son esos elementos progresistas. En la ciudad, el desmantelamiento y el solipsismo de este sector se hizo evidente con la caída de Ibarra (y en parte la provocó). A nivel nacional, tenemos a elementos tales como Lilita Carrió (cuyo progresismo está altamente puesto en custionamiento) , y qué más? trato de armar el rompecabezas de las izquierdas y entender el por qué de su lógica y no puedo no puedo no puedo. Y creo que mientras populismo y revolución sigan siendo los dos polos de oscilación del debate, nunca voy a poder. Así que chipy, todo más que bien con vos, pero no me pidan que cabecee.